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Tatiana Calderón contó cuál es su amuleto de la suerte
La piloto colombiana, Tatiana Calderón reveló en exclusiva para la Revista Turbo sus supersticiones y rituales a la hora de conducir los monoplazas.
En el exigente mundo del automovilismo, donde la tecnología y la precisión dominan cada aspecto, existe espacio para las supersticiones y rituales personales. Tatiana Calderón, pionera del automovilismo colombiano, compartió en exclusiva con Revista Turbo no solo sus experiencias en la Fórmula 2 y sus recientes pruebas en Fórmula E, sino también los curiosos rituales que han acompañado su exitosa carrera.
Una trayectoria sin precedentes
Como piloto de la escudería Telmex-Claro, Calderón ha dejado huella en múltiples categorías del automovilismo internacional. Su paso por la Fórmula 2, IndyCar y el Campeonato Mundial de Resistencia la han mostrado como una de las pilotos más versátiles del continente. Recientemente, sus pruebas en Fórmula E con el Lola Yamaha ABT han demostrado su capacidad de adaptación a las nuevas tecnologías del motorsport.
Los amuletos de una campeona
“Es como estar uno en sincronía con la vibración y con la gente con la que trabajas”, reflexiona Tatiana sobre sus rituales actuales. Sin embargo, la piloto no duda en compartir con humor sus primeras supersticiones: “Cuando era pequeña sí usaba los calzones de la suerte, estaban hasta remendados por mi abuela, hasta que un día decides que ganas por otras cosas”.
Hoy, una manilla roja y la costumbre de subir siempre por el lado derecho del monoplaza son los únicos vestigios de aquellos rituales de juventud. “Con el tiempo entiendes que son otras cosas las que te hacen ganar“, afirma con madurez.
El momento de enfocarse en el motorsport
Tras años de explorar diferentes categorías, Calderón siente que ha llegado el momento de establecer un camino más definido. “La Fórmula E es más táctica y rápida”, comenta sobre sus recientes pruebas.
La piloto colombiana reconoce que, aunque la diversidad de experiencias ha enriquecido su carrera, es tiempo de concentrarse en un objetivo específico que le permita dejar una huella más profunda en el automovilismo internacional.
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El legado en construcción
Con el respaldo de Telmex-Claro y una mentalidad enfocada en el crecimiento constante, Tatiana Calderón continúa rompiendo barreras en el automovilismo mundial. Sus rituales y supersticiones, más que muletas, se han convertido en recordatorios de un camino marcado por la perseverancia y la evolución constante.
La piloto demuestra que, más allá de los amuletos y las supersticiones, son la disciplina y el trabajo constante los que marcan la diferencia en el alto nivel de la competición. Su historia no solo inspira a futuras generaciones de pilotos colombianos, sino que también humaniza a los atletas de élite, recordándonos que incluso los más grandes profesionales tienen sus pequeñas manías y rituales.
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