DEPORTES
Sebastián Montoya quiere superar lo que hizo su padre en el motorsport
Sebastián Montoya se prepara para conquistar la Fórmula 2 con Prema Racing. Su objetivo: seguir los pasos de su padre, Juan Pablo Montoya, superarlo y escribir su propia historia.
A sus 19 años, Sebastián Montoya se perfila como uno de los talentos más prometedores del automovilismo colombiano. Tras dos intensas temporadas en Fórmula 3, el piloto de la Escudería Telmex da un paso fundamental en su carrera: competir en la Fórmula 2 con el prestigioso equipo Prema Racing para la temporada 2025.
La determinación de Montoya va más allá de ser el hijo de Juan Pablo Montoya, pues sabe muy bien que mantenerse en una competencia tan exigente como es la Formula 2 depende mas de él que de su legado.
Por ello su preparación es meticulosa y su ambición, incontenible. “Quiero ganar todas las carreras donde esté“, declaró en una rueda de prensa que reveló no solo su pasión por el automovilismo, sino su profunda comprensión de los desafíos que enfrenta.
La transición de Fórmula 3 a Fórmula 2 no ha sido tomada a la ligera. Consciente de que el nuevo nivel competitivo demanda una preparación física superior, Montoya ha invertido largas horas en el gimnasio. “El carro es bastante físico, los simulacros de carrera son mucho más largos”, explicó, destacando cómo cada detalle cuenta en su preparación, agregando que incluso el manejar el manubrio o pisar el freno es mucho más complejo.
Las 28 carreras de la temporada serán su plataforma para demostrar que no es solo un apellido, sino un verdadero talento en construcción.
Su mirada está puesta en la Fórmula 1, pero con una madurez que sorprende. “No es tanto cuándo quiera saltar, sino cuando tenga la oportunidad”, señaló, demostrando una paciencia estratégica poco común en pilotos de su edad.
- Le puede interesar: No le pierda la pista a Montoya: mire su calendario de carreras en la F2
La sombra de su padre, Juan Pablo Montoya, una leyenda del automovilismo, es inevitable. Pero Sebastián no la ve como una presión, sino como una inspiración. “Quiero volverme un piloto como mi papá. Él hizo muchas cosas y le quiero ganar”, declaró con una convicción que trasciende el simple deseo de competir.
La Fórmula 2 será su escenario para demostrar que es mucho más que el hijo de un campeón. Es un piloto con hambre de gloria, con la técnica para competir al más alto nivel y la determinación para escribir su propia historia en el automovilismo mundial.
Todo el motorsport colombiano lo observa con expectativa. Sebastián Montoya no es solo una promesa. Es una realidad en construcción.
REVISTA TURBO