PRIMER BUS ELÉCTRICO ENSAMBLADO EN COLOMBIA FUE ESTRENADO EN CALI

Después de 6 años, un grupo de ingenieros lograron desarrollar un prototipo más barato que el de un bus convencional.

Con el fin de crear un vehículo más amigable con el medio ambiente y más barato que un bus tradicional, un grupo de más de 40 ingenieros desarrollaron el primer autobús eléctrico ensamblado en el país y fue incorporado a la flota de buses del sistema masivo de transporte MIO de Cali.

“Esta es una iniciativa que lleva varios años, se usó como plataforma un bus existente para convertirlo a eléctrico. Se conservó la carrocería y el chasis para no modificar la presentación existente del sistema de transporte masivo de la ciudad”, aseguró Diego Mejía, socio mayoritario del programa.

El primer modelo se hizo con baterías de plomo ácido (más económicas) para conocer la viabilidad del sistema, después de los dos años, el equipo de ingenieros migró a nueva tecnología con baterías de litio para aumentar su desempeño.

Según Mejía, una de las mayores ventajas de este bus es que el costo de la operación representa la mitad que el de bus tradicional. En promedio, un bus tradicional de la flota del MIO consume $1.650  por kilómetro, mientras que el nuevo tiene un costo operativo es de $750 por kilómetro.

Además, el costo de mantenimiento es inferior. El bus eléctrico requiere de menos cuidados que un bus tradicional ya que no usa sistemas de lubricación, ni filtros, no usa combustible y consume menos frenos que un tradicional. La vida útil del vehículo está calculada en 15 años, mientras que la vida útil de la batería es de 8.

Sin embargo, la diferencia con la operación con un bus tradicional de la flota es que hay que capacitar a los operadores para que logren el máximo rendimiento al conducir el vehículo.

“Lo más difícil fue que muchos proveedores internacionales no creían en la idea de que en Colombia se pudiera ensamblar un bus eléctrico. No nos despachaban componentes y nos ponían mucho problema”, aseguró Diego Mejía.

De igual manera, el resto de dificultades se asociaron principalmente a políticas de Estado. Según Mejía, “era imposible matricular un vehículo eléctrico en el Runt porque ni siquiera existía la casilla. Hace 4 años era algo imposible”.

El periodo de prueba de este vehículo finalizará entre 6 meses y un año para poder garantizar su funcionalidad y así llevar este proyecto a otras ciudades del país

“El país no necesita comprar buses eléctricos convencionales, aquí tenemos una gran oportunidad para reducir los costos de inversión y operación. Podemos reutilizar los buses que están terminando su vida útil para cambiar su tecnología a eléctrica y en vez de comprar un bus convencional se pueden convertir dos antiguos”, señaló el empresario.

REVISTA TURBO