¿Para qué sirven los seguros de automóviles?
Actualmente se encuentra asegurado el 36,7% de automóviles y el 2,05% de motocicletas.
Gran parte de las personas prefieren evitarse el costo de cualquier tipo de seguro ‘opcional’ ya que muchos creen no necesitarlo. Sin embargo, no muchos saben que los dolores de cabeza ocasionados por robos o accidentes pueden evitarse al contar con un seguro para automóviles.
Según datos de la Federación de Aseguradores Colombianos, Fasecolda, a junio 2018 se habían matriculado 113.500 vehículos, 1% mas que en el mismo periodo de 2017. Del total del parque automotor (14.070.165 de vehículos), solo se encuentra asegurado el 36,7% de automóviles y el 2,05% de motocicletas.
El seguro para automóviles es un contrato voluntario por el cual el propietario de un vehículo traslada a una compañía de seguros los riesgos asociados a la conducción de un automotor. ¿Por qué tenerlo?, pues protege al conductor de sufrir pérdidas importantes en su patrimonio cuando resulta involucrado en un accidente de tránsito, o cuando su automóvil es hurtado.
Cabe aclarar que el seguro de automóviles es diferente al Soat, ya que tiene diferentes aplicaciones según la eventualidad en caso de un accidente.
El seguro de automóviles cubre al propietario del vehículo en caso de que el automotor sufra daños de mayor o menor cuantía por causa de un accidente, sea hurtado en su totalidad o en algunas de sus partes. Cubre daños a bienes de terceros o lesiones y muerte a terceras personas.
El Soat, por su parte, cubre los daños corporales a causa de accidentes de tránsito, garantizando la prestación de servicios médicos, indemnización por incapacidad permanente o muerte, gastos funerarios y de ambulancia hasta por los montos establecidos en las normas vigentes.
¿Qué es lo que cubre?
A diferencia del Soat, este tipo de seguros generalmente cubre las lesiones personales a terceros, indemnización a personas involucradas (este también lo cubre el Soat), daños al vehículo propio, daños a bienes de terceros y el hurto al vehículo.
Sin embargo, en este tipo de contrato queda por fuera las lesiones personales propias y la indemnización por muerte del conductor, ya que lo cubre el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito.
REVISTA TURBO