Dos marcas automotrices culpan a la UE por bajas ventas

El sueño de una Europa totalmente eléctrica para 2030 se desvanece. Mercedes-Benz y Ford, dos gigantes de la industria automotriz, han criticado duramente las políticas de la Unión Europea tras ver cómo sus ambiciosos planes de electrificación chocan con una realidad menos optimista.

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El giro de Mercedes

“Quizás fuimos demasiado optimistas”, admite Ola Källenius, CEO de Mercedes-Benz, quien en 2021 anunció una flota 100% eléctrica para 2030. Hoy, la marca revisa sus objetivos: solo el 50% de sus vehículos serán híbridos y eléctricos para esa fecha, mientras desarrolla un nuevo motor térmico de alta eficiencia, razón por la cual sus ventas en el sector automotriz se ven afectadas, dado que las marcas chinas se están tomando la delantera con los autos eléctricos desde todos los ángulos.

Ford y la inversión en riesgo

Ford Alemania, tras invertir 2.000 millones de euros en su planta de Colonia para producir el Puma Gen-E, enfrenta una demanda desplomada. Christian Weingärtner, su Director General, señala que “la sociedad aún no está preparada para comprar coches eléctricos”, citando la falta de infraestructura e incentivos, lo que se traduce en pocas ventas de sus vehículos.

La crisis se extiende

La situación afecta toda la cadena: Northvolt, la única gigafactoría europea de baterías, enfrenta la quiebra tras la cancelación masiva de contratos. La UE prepara un rescate de 1.000 millones de euros, pero llegaría recién en 2026.

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La industria automotriz europea se encuentra en una encrucijada donde los ambiciosos objetivos de electrificación colisionan con la realidad del mercado que cada vez es mas dominado por la industria china, obligando a un replanteamiento que podría redefinir el futuro de la movilidad en el viejo continente.

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