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La retoma: ¿una opción a la hora de comprar un usado?
Es común que quien vaya a comprar un vehículo nuevo entregue en el concesionario su vehículo usado en parte de pago.
Es común que quien vaya a comprar un vehículo nuevo entregue en el concesionario su vehículo usado en parte de pago. En este proceso surgen por parte del cliente muchos sentimientos e inquietudes. La primera de ellas se refiere al precio ofrecido o valor de retoma por parte del concesionario.
Este es un valor que el concesionario calcula de acuerdo con muchas variables tales como: la oferta y precios que existen en el mercado para el carro que se retoma; también el tipo de vehículo que se está vendiendo, pues no es lo mismo retomar un usado para un vehículo nuevo de 30 o 40 millones de pesos, que retomarlo para una camioneta de lujo de 130 millones de pesos, por ejemplo.
La gran desventaja es que, en la mayoría de casos, al vender un vehículo por retoma probablemente tiene por lo menos de $6.000.000 a $12.000.000 menos en tu bolsillo.
Igualmente, el concesionario tiene presente los gastos adicionales en que se incurren para lograr vender el usado y que se refieren a aspectos como la publicidad y clasificados necesarios para ofrecer el vehículo, el costo de parqueadero, el alistamiento, la readecuación mecánica, la comisión para el vendedor, los impuestos que se asumen mientras el vehículo se vende y futuras garantías o inconvenientes que puedan surgir después de la venta.
También el concesionario asume un riesgo, que además es muy alto en esta época de promociones de vehículos nuevos; lo que conlleva, generalmente, a una disminución de precios de la línea o segmento donde se encuentra el usado retomado y que, en consecuencia, obligarían a vender el vehículo usado por debajo del valor retomado.
Los nuevos retos
Con un mercado que empieza a retomar su dinamismo, como el que está viviendo la industria automotriz, con ventas el año anterior superiores a 256 mil unidades nuevas y la posibilidad de que este año de nuevo las cifras del final del ejercicio apunten a que la comercialización de autos incremente, los retos en el tema de usados son amplios.
Y es que en varias ciudades del país, por cada vehículo nuevo que sale diariamente de las vitrinas de las diferentes marcas, cuatro carros usados se están negociando de manera paralela.
Por eso, conocer el precio de retoma es más dinámico. Durante muchos años se hizo con “tablas” que no diferenciaban, por ejemplo, un vehículo 2007 con 5.000 kilómetros a otro 2007 con 200.000 y el estado mecánico del mismo, además que la variación de los precios de los nuevos era mínima y esa tabla se usaba casi durante todo el año.
Ahora el ejercicio es más difícil, pues además de analizar con la marca del usado el precio del mismo, se debe conocer la situación de otras alternativas en un determinado segmento de precios, lo que significa indagar profundamente la situación del usado no solo en su mercado natural, sino también en el segmento de los nuevos.
Cuidado con lo que compra
Un tema desconocido para quienes compran un vehículo usado es la ley de “extinción de dominio”, donde el estado puede inmovilizar y expropiar un vehículo que fue de una persona o entidad investigada por lavado de activos o narcotráfico, entre otros. Por tanto, nadie estaría exento de vivir esta situación por comprar un vehículo que alguna vez pasó por manos de estos individuos o entidades, así éste tenga un nuevo y legal propietario.
Es claro que se podría ganar un poco más dinero vendiendo el carro usado directamente, pero compartir nombre, teléfono, lugar de trabajo, cuenta bancaria y asumir riesgos con personas desconocidas, ratifica que la mejor opción es entregar el usado a un concesionario o compraventa de la ciudad y dejar a un lado el sentimiento por los precios actuales de los usados, que mortifican diariamente a quienes preguntan por los mismos. La recomendación es: lo que usted cede en el precio del usado, lo gana con el nuevo.
REVISTA TURBO / EL COLOMBIANO