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Exoesqueletos: un elemento frecuente en el ensamblaje
Su aspecto futurista refleja un importante refuerzo para los hombros y la espalda del trabajador que lo utiliza.
De aquí a 2020, se prevé que el 25% de los trabajadores tendrá más de 60 años, y que los más veteranos y aquellos con problemas de movilidad o desórdenes musculoesqueléticos sean quienes necesitan de ayudas como los exoesqueletos para efectuar sus labores. En toda Europa, los desórdenes musculoesqueléticos representan el 61% por ciento de todas las enfermedades laborales.
Según los expertos, los exoesqueletos permiten a los trabajadores levantar y manejar objetos pesados de manera más fácil. Actualmente han sido integrados en líneas de montaje en movimiento para compañías como Ford y Audi.
Su aspecto futurista refleja un importante refuerzo para los hombros y la espalda del trabajador que lo utiliza, trasladando el peso hacia las caderas y reduciendo el riesgo de lesiones laborales.
“Trabajar en la línea de montaje requiere conocimientos, habilidad, y puede resultar físicamente exigente. Puede que parezca que los exoesqueletos son algo salido de una película de ciencia-ficción, pero pueden ayudar a reducir el estrés en nuestros empleados y facilitar la ejecución de trabajos físicamente exigentes”, ha afirmado Dale Wishnousky, vicepresidente de Fabricación de Ford Europa.
Los exoesqueletos suelen estár fabricados con titanio y fibra de carbono y ayudan a los operarios de la línea de montaje a levantar, mover o cargar cualquier cosa que pese más de tres kilos cuando están de pie en una postura forzada. Los exoesqueletos ofrecen protección y apoyo contra el cansancio y las lesiones al reducir la tensión y el esfuerzo de movimientos repetitivos que pueden pasar factura al cuerpo a lo largo del tiempo.
Un estudio dirigido por expertos de la industria de la automoción en Europa, aseguró que el uso de exoesqueletos de acompañamiento y protección de las extremidades inferiores en los procesos productivos industriales de automoción puede reducir hasta en un 60% el esfuerzo muscular realizado por los trabajadores.
La investigación, que contó con la participación de Nissan, Meleghy Automotive, el centro tecnológico Eurecat, SGS y la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), finalizó su primera fase en un entorno controlado con pruebas de electromiografía de superficie monitorizadas.
En estas pruebas se evaluó la activación muscular con el uso de tres tipos de exoesqueletos y sin ellos, sobre una población activa laboral integrada por 14 trabajadores de Nissan y Meleghy Automotive, 11 hombres y tres mujeres de entre 25 y 57 años.
El exoesqueleto de acompañamiento y protección de los hombros, en posiciones mantenidas por encima de esta zona, ha llevado a una reducción de la activación muscular del 15% en la parte posterior y anterior del tronco (erectores cervicales, lumbares y abdominales), mientras que el bíceps, los deltoides y los dorsales también han visto disminuida su activación.
En relación con el exoesqueleto mixto de acompañamiento y protección de hombros y espalda, el resultado ha sido una reducción de la activación muscular de los deltoides, bíceps y dorsales en un 15%, como también una disminución significativa de la actividad muscular de los erectores cervicales (25%) y lumbares (entre el 10% y el 15%).
Dados los buenos resultados de esta primera fase, las empresas implicadas llevarán a cabo entre febrero y marzo su segunda y última fase de pruebas de exoesqueletos con trabajadores de Nissan y Meleghy Automotive en su entorno laboral real de producción, con el objetivo de obtener las conclusiones definitivas.
EUROPA PRESS / REVISTA TURBO