Este es el otro deporte que práctica Juan Pablo Montoya

La competitividad de Juan Pablo Montoya no se limita a las pistas de carreras. El legendario piloto colombiano, conocido por su carácter aguerrido en la Fórmula 1, IndyCar y otras categorías del automovilismo, ha encontrado en el pádel una nueva forma de canalizar su espíritu ganador.

Durante una conversación en el podcast MontoyAS de AS Colombia, el expiloto de McLaren y Williams reveló su afición por este deporte en auge, que se suma a su conocida pasión por el golf y el automovilismo. “Siempre he sido competitivo en todo lo que hago. Esa mentalidad es la que me ha hecho destacar en el automovilismo y en la vida”, aseguró Montoya.

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Aunque admite que aún está lejos de ser un experto en la cancha, reconoce que se ha esforzado en mejorar: “Tengo un nivel decente de pádel, no bueno, pero decente”. Sin embargo, Salim Hanna, una de las jóvenes promesas del automovilismo, quien corre actualmente en la Formula 4, y que estaba acompañando a Montoya en la entrevista no dudó en bromear “Es mentira, juega culo e’ pádel”, comentó entre risas dejando en evidencia la intensa y divertida rivalidad que existe entre ellos.

Competitividad dentro y fuera de la pista

Más allá de las bromas, Montoya dejó claro que la competencia es real y se extiende a cada actividad que comparte con su hijo Sebastián Montoya. “Sebastián es muy bueno y somos muy competitivos, nos damos muy duro”, afirmó el bogotano, destacando la conexión especial que mantiene con su hijo a través del deporte.

Desde temprana edad, Sebastián ha seguido los pasos de su padre, demostrando su talento en el automovilismo y compartiendo con él la misma mentalidad de victoria. Sin embargo, en el pádel, el joven parece tener la ventaja, lo que añade un toque de picante a su dinámica familiar.

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El pádel: el nuevo reto de Montoya

El pádel, un deporte que ha crecido exponencialmente en popularidad en los últimos años, ha conquistado a grandes figuras del deporte mundial, y Montoya no es la excepción. Su facilidad para adaptarse a nuevos desafíos y su determinación para mejorar en cada disciplina que practica demuestran que su espíritu competitivo sigue intacto.

A pesar de haber dejado atrás la velocidad de la Fórmula 1 y las curvas de los circuitos de IndyCar, el colombiano sigue encontrando nuevas formas de mantenerse en acción. Ya sea en un campo de golf, en una cancha de pádel o en los circuitos de entrenamiento junto a su hijo, Montoya sigue demostrando que su amor por la competencia no tiene límites.

Sin importar la disciplina, su filosofía sigue siendo la misma: “Si compito, es para ganar”.

REVISTA TURBO