¿Cuándo se activan los airbags?
Las bolsas de aire no están diseñadas para activarse en todos los choques. Conozca algunas de las razones.
Los airbags son componentes del sistema de seguridad pasiva que, junto con el cinturón de seguridad, están diseñados para reducir las lesiones ocasionadas a los ocupantes durante una colisión, o después de registrar una desaceleración determinada.
Estas bolsas de aire hacen parte del Sistema Suplementario de Retención (SRS) con los sensores de activación, la unidad de control y los cinturones de seguridad y sus tensores pirotécnicos y limitadores de esfuerzo
Como es sabido, la bolsa de aire se infla muy rápidamente en caso de una colisión, llenando el espacio que existe entre el ocupante, el volante o el vidrio panorámico, y limitando el desplazamiento del conductor y acompañante hacia adelante (o los lados) por la inercia de la colisión.
En el accidente, los sensores detectan la desaceleración producida por el choque y entonces la unidad de control electrónico emite la señal al dispositivo de disparo, produciendo la expansión del gas, que permite el inflando de la bolsa. Esta señal le llega al detonador que contiene un químico y al reaccionar genera una cantidad de gas nitrógeno suficiente para inflar la bolsa en milésimas de segundo.
La electrónica es responsable de indicar cuáles son los airbags que se activarán, sean los frontales, los laterales, de rodilla o los de cortina; esta unidad de control electrónico se ubica en el piso del vehículo, lo más cercana al centro de gravedad.
Para registrar las aceleraciones en el impacto lateral, se ubican dos sensores laterales en los parales centrales de la carrocería; para detectar colisiones frontales, se ubican sensores en las puntas de chasís delanteras; en el caso de los airbags de cortina, son comandados por un giroscopio que se aloja en la unidad de control.
¿Cuándo no se activan?
Según la NHTSA (Administración Estadounidense de Seguridad del Tráfico en Carretera), la activación de un airbag durante una colisión depende de muchas variables incluyendo: las características del choque (velocidad del vehículo, dirección del impacto, otros vehículos involucrados), los protocolos de activación establecidos por la marca y la ubicación de los sensores.
Las bolsas de aire no están diseñadas para activarse en todos los choques. Para que no se activen, las condiciones de la colisión pueden ser lo suficientemente moderadas como para que el airbag sea una protección, ya que el cinturón de seguridad es capaz de proveer protección desde la cabeza hasta el pecho.
De igual manera, muchos sistemas avanzados automáticamente apagan el airbag del acompañante cuando los sensores detectan la presencia de una persona de bajo peso como un niño, o la ausencia de una persona sentada en la silla del ocupante.
En vehículos usados, una posible razón para que el airbag no se despliegue es que este puede no haber sido reemplazado después de un choque previo. NHTSA recomienda que las bolsas de aire siempre sean reemplazadas después de una implementación.
El campo de activación es diferente entre un choque frontal y uno lateral. Los airbags frontales se activan cuando el impacto es delantero u oblicuo, dentro de un campo de acción de más o menos 30 grados, respecto del eje longitudinal del vehículo.
Caso contrario ocurre con la activación del airbag lateral, ya que el ángulo de incidencia es de también de más o menos 30 grados, pero con respecto al eje transversal del vehículo.
En colisiones frontales como laterales, si la desaceleración producida por el impacto se mantiene por debajo de los valores programados, los airbags no se activarán, aunque el vehículo pueda quedar fuertemente afectado por la colisión.
Existen otras condiciones extremas en las que los airbags pueden no activarse, por ejemplo:
• Colisiones en las que hay deformaciones extremas localizadas en una zona frontal del vehículo.
• En el caso puntual de un choque contra un poste.
• Colisiones en las que el impacto es gradual. Esto suele suceder cuando el impacto es contra la parte trasera de un camión, debido a que los sensores del vehículo no detectan las altas desaceleraciones del choque.
• Colisiones en las que la parte opuesta se deforma en gran medida o es desplazada. Esto sucede cuando la masa del objetivo contrario es muy ligera y la fuerza del choque la mueve con gran facilidad, provocando una menor desaceleración.
• No deben activarse por causa de baches, bordillos y taludes de arena.
Cambios en los protocolos
En 1999, el NHTSA modificó los estándares de activación de estos elementos porque, según sus estudios, el despliegue del airbag en ocasiones causaba lesiones importantes e incluso la muerte de los ocupantes, particularmente en niños y adolescente. Además, los ocupantes que no usaban el cinturón de seguridad interactuaban con el airbag de forma diferente, a aquellos que sí lo usaban.
Como modificación, los sistemas de airbags debían utilizar sensores que registraran las diferentes variables que suceden durante la colisión y pudieran tomar una alternativa de decisión sobre la activación o no de las bolsas de aire.
Algunos sensores se ubican en lugares estratégicos de la carrocería para detectar condiciones del vehículo; otros, se ubican dentro del vehículo, para medir la talla y peso del ocupante de la silla, en ciertas tecnologías de sistemas de airbag.
REVISTA TURBO / CESVI COLOMBIA