Cada 11 minutos se sorprende a un conductor con celular
El celular multiplica por 4.3 las posibilidades de un conductor de sufrir un accidente de tránsito.
Diversos estudios dan cuenta que emplear el teléfono celular (chatear o revisar redes sociales) mientras se conduce un automóvil, reduce la capacidad de atender el 50 % de las condiciones del entorno (señales de tránsito, peatones, sonidos, luces, etc), además, la velocidad se reduce inconscientemente un 12 %, aumentando el riesgo de una colisión por alcance.
Es necesario tener en cuenta que el uso del teléfono celular hace que el conductor desvíe la mirada de la vía, quite las manos del volante y concentre su atención en el mensaje o la llamada. Este tipo de descuido, conocido como distracción cognitiva, tiene serias incidencias sobre el ejercicio de la conducción.
La Dirección de Tránsito y Transporte de la Policía Nacional desplegó una campaña a nivel nacional para generar conciencia sobre los peligros que implica usar el celular mientras se conduce, para tal efecto, los infractores visualizarán un mensaje enviado por el actor colombiano Manuel Busquets, quien recientemente fue víctima de un siniestro vial en la ciudad de Bogotá, mientras el conductor de una grúa hablaba por celular.
Un estudio científico elaborado por la Universidad de Toronto, en Canadá, indica que el uso del teléfono celular al volante de un automóvil multiplica por 4.3 las posibilidades de un conductor de sufrir un accidente de tránsito.
En términos legales, usar el celular mientras se conduce se considera como una infracción de tránsito que tiene como castigo una multa de 390 mil pesos. Este año han sido sancionados 27.921 conductores por esta causa, en promedio uno cada 11 minutos.
Con esta campaña, se busca que los usuarios viales entiendan que un segundo en la conducción marca la diferencia entre la vida y la muerte. Sí un conductor usa el celular durante 5 segundos mientras se desplaza a 80 kilómetros por hora puede llegar a recorrer 111 metros sin ningún tipo de atención, reacción y discernimiento.
COLPRENSA
