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Este fue el auto más exclusivo del Salón del Automóvil
Una de las escasas 80 unidades del Allard Palm Beach brilla en el Salón del Automóvil. Este icónico roadster de los años 50 marcó un antes y un después en la industria deportiva británica, cautivando con su diseño elegante y su revolucionario desempeño.
Entre las joyas que iluminaron el Salón del Automóvil de Bogotá 2024, un nombre destaca por su exclusividad y rareza: el Allard Palm Beach, un roadster británico que representa la quintaesencia del diseño deportivo de los años 50. Con solo 80 unidades producidas en toda su historia, su presencia en el Salón del Automóvil en Corferias marcó un momento histórico para los entusiastas del sector automotriz.
Pues es que este vehículo es un ejemplar que combina la ligereza del aluminio con la potencia británica. Su construcción artesanal y su chasis tubular de acero lo convirtieron en uno de los deportivos más codiciados de su época.
Una obra maestra de la ingeniería
El Palm Beach no es solo un auto bonito; es la materialización de la filosofía británica del automóvil deportivo. Con un peso que oscila entre los 737 y 850 kg, dependiendo de la motorización, este roadster podía equiparse con diferentes corazones mecánicos, desde el modesto Ford L-Head V8 de 2.3L hasta el poderoso Jaguar XK de 3.4L que le permitía alcanzar los 200 km/h.
Exclusividad y diseño
Sus dimensiones compactas (3.96 metros de largo, 1.57 de ancho y 1.17 de altura) envuelven una carrocería de aluminio que define la elegancia deportiva. La parrilla distintiva y los faros prominentes crean una presencia única que cautiva a cualquier conocedor.
Un legado de velocidad
El ejemplar exhibido representa la cumbre del diseño deportivo británico de los años 50. Su transmisión manual, combinada con una suspensión de barras de torsión independientes al frente y eje rígido con resortes helicoidales atrás, ofrecía una experiencia de manejo que definió una era.
La presencia del Allard Palm Beach en el Salón del Automóvil 2024 no solo representa un tesoro automovilístico; es un recordatorio tangible de una época en que cada auto era una obra de arte sobre ruedas.
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