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Aumentó el precio de los combustibles para este febrero, conozca cómo quedó
Colombia inicia 2025 con una noticia que sacude los bolsillos de millones de conductores: un incremento en los precios de los combustibles que según algunos consumidores promete tensionar aún más el ya ajustado presupuesto.
A partir del 1 de febrero, los colombianos enfrentaron un alza de $95 por galón en gasolina corriente y $38 en ACPM, elevando el precio promedio a $15.753 y $10.461 respectivamente. Pero detrás de estas cifras se esconde una realidad económica.
El incremento de precios del combustible por territorios
La geografía de los precios revela el panorama diferencial en los territorios, por ejemplo en Villavicencio el precio se corona como el más elevado, con un galón de gasolina que alcanza los $16.284, seguida por Cali ($16.195) y Bogotá ($16.184). En el extremo opuesto, Pasto ofrece un respiro con $13.846 por galón.
El escenario del diésel presenta un mapa igualmente heterogéneo. Villavicencio lidera los precios más altos con un galón que roza los $10.867, mientras Cúcuta se consolida como la opción más económica, con $8.428.
La explicación por esta alza en el combustible
Estos incrementos responden a una compleja ecuación económica. Según David Jiménez Mejía, presidente de la Confederación de Distribuidores Minoristas de Combustibles y Energéticos (Comce), incluyen la inflación del 5,2% del año anterior, indexación del impuesto nacional, sobretasa a combustibles y costos de mezcla de biocombustibles.
Las cifras económicas revelan una realidad preocupante. Durante 2024, las ventas de gasolina corriente cayeron un 5,78% respecto a 2023, representando una pérdida de 134 millones de galones y 25,3 billones de pesos, equivalente al 1,7% del PIB.
En contraste, el consumo de diésel muestra una dinámica diferente. Las ventas de ACPM aumentaron un 2,1%, con 42 millones de galones adicionales, traducidos en cinco billones de pesos más en ventas.
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“El consumo de combustibles líquidos es un indicador clave de la actividad económica del país”, explica Jiménez Mejía. “La caída en ventas de gasolina refleja un menor dinamismo económico, mientras que el aumento en diésel sugiere estabilidad en sectores estratégicos“.
Al incrementar el precio del combustible, ¿Qué pasará?
Las consecuencias de este incremento pueden ser profundas. Podría intensificar la contracción en el consumo de combustibles, afectando hogares, pequeños negocios y empresas de transporte. Muchos sectores que dependen del diésel enfrentarán costos operativos más altos, impacto que eventualmente podría trasladarse a los consumidores finales.
Es crucial recordar que cada incremento en los combustibles es más que un número. Es un reflejo de la económica de un país, un indicador de tendencias que van mucho más allá de llenar un tanque de gasolina.
La prevención y la comprensión son fundamentales. Los colombianos deberán adaptarse a esta nueva realidad, buscando estrategias de ahorro y eficiencia en su consumo de combustible, para continuar con su uso en las labores cotidianas.
REVISTA TURBO