MECÁNICA
Así puede identificar cuando debe cambiar sus llantas
Las llantas hablan a través de sus señales de desgaste, expertos revelan las claves para identificar el momento exacto del cambio.
Los neumáticos, esos guerreros silenciosos que conectan nuestro vehículo con el asfalto, tienen su propio lenguaje. Como centinelas incansables, nos hablan a través de sus labrados y señales, advirtiendo cuando es momento de un cambio necesario para mantener nuestra seguridad en la vía.
¿Sabías que más del 30% de los accidentes relacionados con fallos mecánicos tienen su origen en neumáticos en mal estado? Esta alarmante cifra subraya la importancia de un mantenimiento adecuado y oportuno.
“Las llantas son piezas de desgaste que interactúan constantemente con diferentes tipos de terreno”, explica Mauricio Lancheros, director de repuestos de Kia Colombia. Lancheros también destaca que factores como el clima, los hábitos de conducción y el mantenimiento periódico influyen directamente en su vida útil.
La vida de un neumático está marcada por indicadores claros que todo conductor debe conocer. Los labrados, esas líneas que parecen simples diseños en la superficie, son en realidad mapas que revelan el estado de salud de nuestras llantas. Su desgaste uniforme o irregular puede contar historias sobre alineación inadecuada, presión incorrecta o necesidad de rotación.
Indicador TWI (Tread Wear Indicator): Es un pequeño relieve dentro de los canales del labrado. Si el desgaste alcanza este nivel, significa que la llanta ha llegado al límite legal y funcional.
Grietas o deformaciones: Señales de envejecimiento que comprometen la estructura del neumático.
Vibraciones al conducir: Pueden ser causadas por llantas desbalanceadas o dañadas.
Presión constante fuera de rango: Si una llanta pierde aire con frecuencia, podría tener daño interno.
Dato extra: Las principales marcas recomiendan reemplazar los neumáticos cada 40,000 a 60,000 kilómetros o cada 5 años, incluso si parecen estar en buen estado.
El ritual de la rotación
“La rotación debe realizarse según las especificaciones del fabricante”, advierte Ricardo Osorio, director de Autotrain. Este procedimiento, que generalmente se realiza cada 10,000 kilómetros, no solo incluye las llantas en uso sino también la de repuesto.
Este ‘baile mecánico’, donde los neumáticos traseros generalmente avanzan al frente, es crucial para compensar el desgaste causado por el tipo de tracción del vehículo (delantera, trasera o integral).
-Tracción delantera: Las llantas delanteras se desgastan más rápido debido a la dirección y tracción.
-Tracción trasera: Aunque las delanteras dirigen, las traseras llevan el esfuerzo principal.
El impacto del clima y las condiciones de la vía
En regiones con climas extremos, como inviernos severos o altas temperaturas, los neumáticos sufren mayor desgaste. Las llantas de invierno, por ejemplo, están diseñadas para ofrecer mejor agarre en condiciones de nieve y hielo, pero su uso prolongado en verano puede acelerar su deterioro.
Consejo experto: Si conduces frecuentemente en climas extremos o terrenos difíciles, considera cambiar tus llantas por unas especializadas para la temporada.
Invertir en seguridad: no solo un costo, sino un ahorro
Aunque reemplazar neumáticos puede parecer un gasto significativo, su impacto en la eficiencia del combustible y la seguridad compensa ampliamente la inversión. Unos neumáticos en buen estado pueden mejorar el rendimiento del vehículo y reducir el consumo de combustible hasta en un 10%.
Las llantas son nuestra conexión con la carretera; aprender a leer sus señales no es solo una cuestión de mantenimiento, es una inversión en nuestra seguridad y la de quienes nos rodean.
REVISTA TURBO