Así debe cuidar su motor turbo

Los motores turboalimentados dominan el mercado actual. Aunque permiten mayor potencia con menor cilindrada, su complejidad exige cuidados específicos para evitar averías que pueden superar tu presupuesto. Te explicamos cómo preservar tu turbo.

Siete reglas de oro

1. Dale tiempo al arranque Espera al menos un minuto al ralentí antes de emprender la marcha. El turbo necesita lubricación adecuada, especialmente en frío. Arrancar sin esta precaución puede dañar el eje de la turbina.

2. Arranca sin acelerar Con el embrague pisado y sin tocar el acelerador. Un arranque agresivo somete al turbo a esfuerzos excesivos sin lubricación, especialmente en diésel.

• Lea también: Tips para despegar el motor de su moto durante los primeros meses

3. Respeta el calentamiento Nada de acelerones hasta que el motor alcance temperatura. Mantén las revoluciones por debajo de 2.000 rpm y espera al menos 15 minutos para una conducción deportiva.

4. Calidad ante todo Usa solo aceites sintéticos de alta calidad y filtros originales. El turbo es especialmente sensible a la lubricación. Revisa el nivel regularmente y lleva siempre aceite de repuesto.

5. Anticipar el mantenimiento Adelanta los cambios de aceite respecto a lo recomendado. Si el fabricante marca 15.000 km, hazlos cada 10.000. Cambia el aceite anualmente aunque no alcances el kilometraje.

Puede ver: Top 5: razones para elegir un motor turbo

6. Evita los extremos No exijas potencia por debajo de 1.200 rpm ni sobrepases el régimen de potencia máxima. Las recuperaciones bruscas y las reducciones agresivas dañan especialmente los turbodiésel.

7. Deja reposar antes de apagar Fundamental: espera 1-2 minutos antes de apagar el motor, especialmente tras conducción deportiva o autopista. El aceite puede carbonizarse en el turbo si lo apagas inmediatamente.

Estos cuidados básicos pueden marcar la diferencia entre un motor longevo y una factura de taller devastadora. ¿Sigues todas estas recomendaciones?

REVISTA TURBO