Algunas claves para comprar el carro adecuado
También en esta decisión debe existir un componente racional. Aquí se lo explicamos.
Comprar un carro tiene un componente emocional. Para muchas personas es la demostración ante ellas mismas y hacia otras personas de su entorno social, de que están progresando, logrando metas.
También en esta decisión debe existir un componente racional. Ese que le indica al potencial propietario de un vehículo si el que está a punto de adquirir es el que realmente le conviene, el que va a satisfacer sus necesidades más allá de la simple satisfacción de haberlo conseguido.
En esta tarea además es importante contar con el acompañamiento de un buen asesor, aquel que haga una entrevista consultiva a quien está buscando el nuevo carro para saber realmente qué es lo que necesita y en algunos casos incluso sugerirle otras opciones diferentes a lo que tenía en mente, que a veces no responde a sus características.
La edad del usuario, su condición familiar, el tipo de zonas por las que transitaría en su nuevo vehículo, incluso si es un amante de los deportes, de la aventura, o si por el contrario le gusta la vida un poco más sedentaria y es básicamente una persona de tránsito urbano influirán de manera importante en el tipo de carro que debería adquirir y usar.
De acuerdo al estilo de vida es posible definir qué tipología de vehículo debe usar alguien. No se trata, por supuesto, de una camisa de fuerza, porque como dice el adagio popular “para gustos están los colores”.
Sin embargo, el conocer con el mayor detalle posible las condiciones, estilo de vida y prácticas de conducción de una persona no solo le ofrecen a los asesores de venta el perfil más ajustado para orientar sobre el tipo de carro.
También puede convertirse en un elemento que al potencial dueño le garantice que el carro que compra sí va a solucionar su necesidad de transporte, incluso frente a situaciones de potenciales daños.
La información más precisa posible, evita, por ejemplo, que para una persona que requiere un carro que debe cargar determinado peso de manera frecuente, le ofrezcan un vehículo que no tiene esta condición y que terminará con problemas que la garantía no cubre porque se usa en condiciones para las que no fue fabricado.
PERFILES DE COMPRADORES
Para quien empieza su vida laboral. Es un usuario de carro no muy grande, incluso que no sea de un costo elevado. Que tenga un manejo deportivo, de muy buen diseño, y si la persona es más joven, que permita temas de conectividad y gadgets importantes para las personas de ese segmento.
A esto, añade el experto en temas de comercio automotriz Jorge Enrique Pérez, el tipo de usuario que está ubicado bajo este perfil busca este tipo de vehículos porque ofrecen un manejo versátil, además son económicos en su gran mayoría, en cuanto el consumo de combustible.
Se trata de vehículos con la tipología denominada hatchback, aquellos carros que no tienen la conocida maleta o baúl, sino un portón trasero con un espacio, no muy grande para el equipaje.
“Estos usuarios no necesitan cargar muchas cosas, no tienen familia, y deben buscar un carro que les ofrezca las mismas soluciones de transporte de un sedán, pero de una manera mucho más económica”, sostiene Pérez.
Parejas jóvenes con hijos pequeños. Ya en este caso la necesidad cambia por completo. Aquí el espacio es la primera necesidad que tiene el comprador de un carro con este estilo de vida, incluso sacrificando un poco en el aspecto del diseño del vehículo.
“Se agranda el carro” complementa de manera gráfica Jorge Enrique Pérez. Los hijos obligan un espacio extra al momento de salir de paseo. Incluso para elementos de seguridad como las sillas infantiles, plantea. Puede ser un sedán o una camioneta de tracción en dos ruedas. Las cilindradas que se buscan son de 1.6 litros hacia adelante.
Y la preocupación por la seguridad del vehículo pasa a ser un elemento fundamental en la elección.
Si la pareja tiene ya hijos adolescentes estos serán una fuerte influencia en la compra del carro porque se orientan a tener un carro que tenga un motor más potente, que incluya mucha tecnología en sus elementos y sistemas, y el diseño vuelve a cobrar importancia. “Incluso son carros que aunque compren los padres, los usan ya mucho sus hijos”.
El momento del nido vacío. Cuando los hijos parten de la casa, esa situación que los expertos en desarrollo familiar llaman el momento del nido vacío, los padres quieren volver a darse sus gustos o a experimentar situaciones que por sus deberes paternales anteriores no habían podido, esos sueños que habían sido aplazados por otras necesidades más importantes, por lo general relacionadas con la educación y el sostenimiento de los hijos, que las ponían en un segundo plano.
En este sentido, es cuando las parejas más adultas buscan vehículos de un segmento más alto al que siempre habían conducido, o cuando también llegan al segmento de las camionetas, en algunos casos SUV compactas, con un buen motor (a partir de los 1.800 centímetros cúbicos).
En algunos casos se puede llegar incluso a la elección de dos vehículos, uno para el tránsito del día a día en la ciudad y las actividades cotidianas de trabajo, y otro para el disfrute, los fines de semana, salir de paseo, con mayor potencia y un comportamiento deportivo, y hasta volver al hatchback o cupé, pero en gama alta.
Aventurero y deportivo. Este perfil, compuesto por personas a las que les gusta practicar deportes, y que también ven en su carro la posibilidad de emprender viajes de placer y turismo, y que generalmente tienen una buena posición laboral y de ingresos, se orientan por vehículos de dos tipologías: o bien el sedan de alta gama que ofrece confort, o la camioneta SUV 4×4 de gran tamaño y potencia que cuenta con todos los elementos de tecnología y de confort para un viaje placentero.
Por su parte también existe un perfil de personas que requieren por trabajo, o les gusta por pasión, transitar por zonas en las que el asfalto brilla por su ausencia y se encuentran con caminos de trocha, vadeo de corrientes de agua o superación de obstáculos.
Para este perfil de usuarios es obligatoria la elección de un vehículo con tracción en sus cuatro ruedas y que, además, cuente con el denominado bajo o bloqueo del diferencial. Y si se trata de un vehículo de trabajo, por lo general también su diseño debe contar con platón (pick up) con una capacidad de carga por lo menos de una tonelada.
REVISTA TURBO / EL COLOMBIANO