Peugeot 504: 50 años del modelo insignia
Este modelo marcó lo que sería el “comienzo de una nueva era” para la marca francesa.
Había expectación alrededor del stand Peugeot en el Salón del Automóvil de París de 1968. La marca presentaba un modelo esperado por mucho tiempo, que había tenido que retrasar su estreno por los acontecimientos de mayo del 68 (Mayo Francés).
El telón dejó al descubierto la nueva berlina de la marca del ‘León’, el Peugeot 504, un modelo que supuso una “revolución” por su diseño, obra de Pininfarina, por su confort y por su solidez y su capacidad de enfrentarse tanto a los adoquines como a la arena de la playa. Estas características le valieron un importante éxito comercial y ser, en 1969, el primer Peugeot de una larga saga en ganar el galardón al ‘Coche del Año en Europa’.
El primer detalle que llamó la atención en ese modelo fueron sus faros. Por primera vez, Peugeot dejó los grupos ópticos redondeados para apostar por una innovadora forma trapezoidal que, según el propio carrocero Pininfarina, “recordaba a los ojos de la actriz Sophia Loren”. Un diseño que fue retomado por muchos modelos posteriores de la marca y que sigue influyendo en los actuales.
Según la marca, las ópticas traseras, en forma de bumerán, se convirtieron en una seña de identidad para modelos de las décadas siguientes, como los Peugeot 206, 407 o 607. El aspecto robusto y clásico que le daban la forma abombada del capó y del maletero fueron otros de los elementos que pasaron al ADN de Peugeot en el último medio siglo.
Más allá del diseño, el Peugeot 504 se afianzó, a finales de los 60 y principios de los 70, como una berlina de lujo. Su equipamiento de serie incluía elementos como cinturón de seguridad, tapicería de cuero, frenos de disco, dirección asistida, elevalunas eléctricos, radio-casete y aire acondicionado. Además, este modelo se anticipó a su época al poner el acento en la habitabilidad y el aprovechamiento del espacio para garantizar la mayor amplitud y comodidad, gracias a una amplia distancia entre ejes, unas portezuelas que se abren con un ángulo de 90º y un gran volumen de maletero.
El comportamiento en carretera y las prestaciones del Peugeot 504 también le garantizaron un puesto dentro de los vehículos de gama alta de su época. Su silencio de funcionamiento, la efectividad de sus motores, que superaban los 160 Km/h, su dirección, la fiabilidad de su sistema de frenado y su suspensión, capaz de absorber sin problemas todo tipo de imperfecciones del firme manteniendo sin problemas la trayectoria no pasaron inadvertidos.
Una carta de presentación que supuso que fuera el elegido para encabezar el gran desembarco de la marca en España convirtiéndose, en 1977, en el primer Peugeot en ser producido en la fábrica de Vigo.
Su fiabilidad y polivalencia fueron clave en su éxito comercial. Entre 1968 y 2005, se produjeron más de 3,7 millones de Peugeot 504 en todo el mundo. Se comercializó en un gran número de versiones y siluetas: desde berlina a coupé pasando por cabrio o, incluso todoterreno Pick-Up 4×4.
Su confort de marcha y su suspensión le convirtieron tanto en el favorito de los taxistas de muchos países como en el campeón de pruebas duras y exigentes como el Rally Bandama, el Rally de Marruecos o el Rally Safari, todos ellos disputados en tierras africanas.
Su adaptación a las condiciones extremas de las carreteras y caminos de ese continente le convirtieron en toda una referencia para muchas generaciones de conductores, para los que tiene un status de leyenda. Precisamente, fue en Nigeria, en 2005, cuando concluyó su larga andadura comercial e industrial, casi 40 años después de su lanzamiento.
REVISTA TURBO