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Se vienen cambios para el Metro de Medellín
El contrato valdría aproximadamente 66 millones de euros, es decir, unos $247.000 millones.
Entre 2013 y 2018 el sistema integrado metropolitano tuvo un aumento anual sostenido del 8 % en el número de pasajeros movilizados, en promedio, según el Metro.
El masivo tocó el techo de 298 millones de usuarios en 2018, lo que equivale a movilizar 80 veces la población del Aburrá. Ese aumento de la demanda y llegar a transportar 1,2 millones de usuarios de lunes a viernes, está previsto en los planes rectores de actualización tecnológica del Metro.
Anticipándose al futuro incremento de la demanda, la empresa de transporte confirmó que ya empezó la estructuración de un contrato de compra de 12 nuevos trenes para la flota de las líneas A y B, con lo que completaría 92 unidades y aumentaría en 15 % la capacidad del modo férreo.
Tomás Elejalde Escobar, gerente del Metro, confirmó que el contrato valdría aproximadamente 66 millones de euros ($247.000 millones al cambio de ayer).
“Se viene cumpliendo un nuevo ciclo para empezar a trabajar en la compra de trenes porque el incremento de la demanda es significativo, tenemos que mantener la calidad para que el sistema siga siendo atractivo”, dijo.
Proceso a cinco años
Elejalde indicó que la adquisición de un nuevo paquete de trenes (la más reciente compra de 22 unidades culminó en 2018) obedece a la inspección de proyectos futuros que se puedan consolidar en esta década como el metro ligero de la 80 y el ferrocarril, líneas que requerirán soporte en las dos líneas férreas del sistema.
Tras recibir la autorización de la junta directiva, el Metro arrancó la estructuración técnica, legal y financiera del contrato, fase inicial que debe estar lista a mediados de este año. Dicho estudio arrojará la composición de fuentes para alcanzar el cierre económico, los fabricantes y los plazos.
“Es un proceso de largo aliento, debemos mirar las finanzas. Posiblemente podemos emitir bonos verdes, acudir a financiación con la banca y explorar posibilidad de cofinanciación del Gobierno Nacional. Hay muchas cosas para hacer”, anotó el directivo.
Una vez contratada, la fabricación de los trenes se realiza bajo pedido para la red de Medellín, con tiempo de ensamble de 18 a 24 meses.
“Es posible que tengamos parte de los recursos y busquemos apalancar otra parte con otras vigencias. Es normal porque en estas inversiones tan altas no se tiene toda la plata el mismo año”, precisó.
Bajar las frecuencias
Disminuir el intervalo (tiempo que tarda un tren para pasar) en la Línea A de 3 minutos y 40 segundos a 3 minutos implicó la inversión de $380.000 millones entre 2016 y 2018, suma con la que se compraron los últimos 22 trenes y se completó la actual flota de 80.
Con la llegada de los nuevos 12 vehículos, sumado al proceso de modernización de la señalización ferroviaria (cambio de semáforos y equipos de control de tráfico), la frecuencia podría bajar 30 segundos, es decir, quedaría en 2 minutos 30 segundos.
Esto significa que cada hora pasarían 24 trenes, lo que incrementaría la capacidad a entre 45.808 y 47.000 pasajeros/hora-sentido, en la Línea A, en promedio. Hoy pasan 20 trenes cada hora, con la posibilidad de mover 43.153 pasajeros/hora-sentido.
Impulso a la flota del tranvía
Además de la compra de trenes, el Metro anunció la necesidad de adquirir vehículos para la línea de Ayacucho. Elejalde indicó que se necesita empezar la estructuración de este proceso porque en el mediano plazo el tranvía deberá ampliar su capacidad (hoy moviliza 60.000 pasajeros al día, en promedio). Hoy operan 60 módulos distribuidos en 12 vehículos de cinco divisiones. El Metro adquirirá 24 módulos, con lo que pondría en servicio 14 vehículos de seis módulos. Costarían entre 28 y 30 millones de euros aproximadamente (entre $103.000 millones y $105.000 millones).
A tiempo
Para Viviana Tobón, exsubdirectora de Movilidad del Área Metropolitana, es importante que dichas inversiones en material rodante se hagan ahora, porque dentro de la repartición de viajes el sistema metro es el que más sumó adeptos (pasó de 9,4 % de participación en viajes de la región en 2012 a 13,8 % en 2017, según la Encuesta Origen-Destino).
“Esto supone muchos retos para la capacidad porque se está llegando a niveles de saturación que llevan a situaciones de no confort por parte de los usuarios”, dijo. Añadió que junto con la compra de trenes, se debe continuar el plan de mejoramiento de las estaciones, además de la modernización de la señalización.
Piedad Patricia Restrepo, directora de Medellín Cómo Vamos, opinó que es una apuesta valiosa porque va en sintonía del fortalecimiento del sistema integrado del Aburrá. “Entre 2008 y 2018, uno de cada tres pesos invertidos en movilidad se fueron para el sistema masivo. Vemos con buenos ojos estas compras porque el sistema en algunos momentos registra alta demanda”, concluyó .
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