Piloto de 69 años destrozó récord mundial de velocidad
El récord anterior, que permaneció durante 58 años, era de 654.36 km/h hecho por su padre.
El domingo por la mañana, y tras ocho años de duro trabajo, un piloto estadounidense de 69 años Danny Thompson, logró realizar una vuelta de 450.909 mph (725 km/h) a bordo de un vehículo con motor de pistones construido hace varias décadas y al que se le han hecho varias actualizaciones.
“Este fue el objetivo desde el primer día del proyecto, y no hubiera sido posible sin los esfuerzos extraordinarios de mi equipo. Los hombres y mujeres que se ofrecieron como voluntarios para acompañarme en esta loca aventura son la razón del éxito de hoy. Nunca puedo agradecerles lo suficiente”, dijo el piloto tras haber logrado el récord,
La prueba se hizo en el marco del la ‘Speed Week 2018’ (semana de la velocidad) que coincidió con el aniversario número 50 de la construcción del vehículo. En 1968, el padre de Danny Thompson, junto a varios científicos del sur de California, creó un vehículo con el potencial para convertirse en el más rápido del mundo. “Tomó cinco décadas, mucha grasa en el codo y algunas modificaciones, pero siento que finalmente pude cumplir su sueño, así como el mío”, añadió Thompson.
El récord anterior, que permaneció durante 58 años, era de 654.36 km/h hecho también por su padre. Desde entonces, ningún vehículo con motor convencional del mundo había podido romper esa marca hasta ahora.
El ‘Challenger II’ contemporáneo está propulsado por un par de motores Hemi V8 de combustible en nitrógeno seco en una configuración de tracción total. Los motores son bloques secos (sin agua), lo que significa que todo el enfriamiento es proporcionado por el combustible. Una sola carrera consume alrededor de 50 galones de mezcla de nitro/metanol. Como resultado, el peso del auto desciende en 500 libras (200 kg) en el transcurso de una carrera.
La piel del automóvil está hecha de 68 paneles de aluminio formados a mano. Los neumáticos son un prototipo de tejido de nylon respaldado con acero en bandas. El poder de frenado primario es proporcionado por dos paracaídas y varios sistemas de frenos de disco hechos de cerámica de carbono.
El Challenger II mide 9.7 metros de largo y mide 86 centímetros de ancho. Pesa 2585 kg cuando se abastece totalmente de combustible.
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