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El primer carro de la historia: así nació la industria
La historia del Benz Patent-Motorwagen, el primer carro del mundo, y el legendario viaje que convenció al mundo de su potencial.
En el frío invierno alemán de 1886, Karl Benz presentó ante la oficina de patentes un invento que cambiaría el mundo para siempre: el Benz Patent-Motorwagen, el primer automóvil de la historia. Un vehículo que, sin saberlo, daría inicio a una revolución en la forma en que la humanidad se movería por los siguientes siglos.
La máquina que desafió lo imposible
El primer automóvil era una obra maestra de ingeniería para su época. Su corazón mecánico consistía en un motor monocilíndrico de 954 cc, capaz de desarrollar 0.75 caballos de fuerza y alcanzar una velocidad máxima de 16 kilómetros por hora. Una hazaña tecnológica que, aunque hoy nos parezca modesta, representaba el futuro mismo rodando sobre tres ruedas.
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El viaje que lo cambió todo
Pero la verdadera historia del automóvil no estaría completa sin mencionar a Bertha Benz, la visionaria esposa de Karl. En 1888, ante las dudas de su marido sobre el éxito comercial de su invento, Bertha tomó una decisión que pasaría a la historia: sin avisar a nadie, tomó el Patent-Motorwagen y, junto a sus hijos, emprendió un viaje de 106 kilómetros desde Mannheim hasta Pforzheim.
Este trayecto no solo fue el primer viaje largo en automóvil de la historia; fue una demostración pública de que el futuro era posible. Durante su aventura, Bertha tuvo que improvisar soluciones que hoy son parte fundamental de la industria automotriz:
- Usó una horquilla de su pelo para limpiar una línea de combustible obstruida
- Se detuvo en una farmacia para comprar ligroína como combustible
- Inventó el concepto de “estación de servicio”
- Demostró la necesidad de los frenos en las cuatro ruedas
El legado que perdura
Hoy, más de 130 años después, la Bertha Benz Memorial Route serpentea por el sudoeste de Alemania, siguiendo el camino exacto que recorrió aquella valiente pionera. Es un recordatorio tangible de cómo un invento revolucionario, combinado con la determinación y visión de una mujer extraordinaria, dio origen a una industria que hoy mueve el mundo.
El Benz Patent-Motorwagen no fue solo el primer automóvil; fue el primer capítulo de una historia que continúa escribiéndose. Desde aquellos modestos 0.75 caballos de fuerza hasta los modernos hipercars eléctricos de más de 2.000 hp, cada automóvil que rueda por las calles del mundo lleva en su ADN un poco de aquel primer viaje de Bertha Benz.
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