Porsche construye una réplica de su primer auto
Según la marca, la realización de este modelo a escala del siglo pasado cerca de ocho meses.
Hace casi exactamente 70 años, el 8 de junio de 1948, el 356 ‘No. 1’ Roadster recibió el permiso de circulación. Pese a su funcionalidad, este icónico modelo fue modificado una y otra vez a lo largo de los años. La marca alemana de vehículos, Porsche, quiso rendir homenaje a su primer deportivo con la fabricacón de un ‘Show Car’ que recrea la silueta del original.
El ‘No. 1’, como se le llama, siempre usó trajes “a medida”. Las manos de Friedrich Weber tardaron dos meses en esculpir aquel primer Porsche en 1948. Si bien el atuendo no le duró demasiado, pues durante los años sucesivos el Roadster no solo pasaría por muchas manos, sino que también sería abollado y reparado, modernizado y remodelado. El traje fue rehecho una y otra vez, pero su identidad se mantuvo intacta.
“Es imposible recuperar la originalidad perdida del primer modelo. Pero sí se puede hacer una réplica del traje, respetando al máximo el original y usando los mismos materiales y la misma técnica”, dijo la marca.
Aunque para la compañía no fue tarea sencilla, para poder realizar una copia a escala y en detalle de la carrocería del Roadster de 1948 los expertos del Museo Porsche midieron el original con un escáner 3D. Después, el resultado virtual fue cotejado por computador con los dibujos escaneados de 1948. Sin embargo, tuvo que pasar por muchos retoques para asemejarse la carrocería original.
Finalmente, utilizando como herramienta de control unos moldes de madera idénticos a los originales a modo de calibres, fue creada una réplica del ‘No. 1’ a mano y en aluminio, igual que hace 70 años.
Las chapas fueron dobladas, estiradas y moldeadas con herramientas manuales, tal como fue hecho en 1948. La fidelidad afecta incluso a la formulación de la pintura. Así, para conseguir un tono lo más parecido posible, fueron tomadas y analizadas muestras de la pintura de debajo del tablero de mandos del deportivo original, que había sido repintado varias veces.
La barra que sujeta el volante está flanqueada por palancas de mando de la época con indicadores esféricos minuciosamente adaptados al original. Lo único que la réplica no puede hacer es circular ni un solo metro, pues no ha sido previsto un motor en el marco de rejilla, y el eje trasero está formado por un simple tubo. El eje delantero, incluyendo dirección y volante, proviene, como en el original, de un Escarabajo de Volkswagen.
Según la marca, la realización de este modelo a escala del siglo pasado duró ocho meses.
“Este vehículo de exhibición no solo tiene una gran importancia histórica, sino también simbólica. La esencia de todos los deportivos Porsche se basa en su forma, diseño dinámico y concepto de construcción ligera”, aseguró la marca mientras empezaba su gira mundial con este modelo.
La gira, que se hará a lo largo del 2018, pasará por ciudades de Alemania, Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, Sudáfrica y China.
REVISTA TURBO