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Este es el carro más ‘cute’ del Salón del Automóvil

El diminuto eléctrico chino Bestune Xiaoma llega a Colombia con una propuesta que desafía los convencionalismos del diseño automotriz, presentándose como el más ‘cute’.

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En el vasto universo de la movilidad eléctrica, donde la sobriedad suele dominar el diseño, el FAW Bestune Xiaoma emerge como una propuesta que desafía los cánones establecidos del mercado automotriz. Este pequeño gigante, que hace su debut en Colombia a través del Salón del Automóvil de Bogotá, redefine el concepto de movilidad urbana con un diseño que parece extraído de un cuento infantil, o porque no de ‘Hello Kitty’.

El diseño del carro Xiaoma, cuenta con una carrocería de 3,0 metros de largo que abraza las curvas con la delicadeza de una pieza de origami motorizada. Sus formas redondeadas, combinadas con una paleta de colores pastel, crean una sinfonía visual que contrasta con el paisaje urbano tradicional.

Bajo su adorable exterior, el Xiaoma esconde un corazón eléctrico que late al ritmo de la ciudad:

  • Motor Shuanglin TZ155X020 de 27 hp
  • Batería REPT LFP de última generación
  • Autonomía estimada de 180 kilómetros
  • Dimensiones compactas: 1,51 m de ancho y 1,63 m de altura

Foto: Bestune Xiaoma

El interior del Xiaoma, ha sorprendido a los visitantes del Salón, pues a pesar de verse como un auto sacado de caricaturas, trae tecnologías que complementan su carácter urbano, contando con:

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  • Tablero completamente digital
  • Cámara DVR para registro de conducción
  • Cámara de reversa
  • Volante de diseño minimalista de dos radios

Con un precio de 45 millones de pesos, el Xiaoma se posiciona como una alternativa accesible en el creciente mercado de la movilidad eléctrica colombiana, donde la practicidad y el diseño único confluyen en un vehículo que promete transformar las calles en espacios más alegres y sostenibles.

El FAW Bestune Xiaoma, nunca pasa desapercibido, sobre todo si trae su color rosa, demuestrando que la revolución eléctrica puede venir en envases pequeños y adorables, sin comprometer la funcionalidad urbana que el mercado colombiano demanda.

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