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¿Por qué el circuito de Nürburgring es el más peligroso?
Nürburgring: El legendario circuito alemán sigue siendo el más extenso y desafiante del mundo tras casi un siglo de existencia.
El legendario circuito de Nürburgring, inaugurado en 1927, sigue siendo casi un siglo después el trazado más desafiante y peligroso del mundo automovilístico. Este “Infierno Verde”, como lo bautizó el tricampeón de F1 Jackie Stewart, representa la última frontera del automovilismo puro.
La historia del circuito comenzó el 1 de julio de 1925, cuando se inició su construcción. En su configuración original, contaba con una extensión total de 28,2 kilómetros y 176 curvas, divididas entre el Nordschleife (22,8 km) y el Südschleife (7,7 km). El trazado sur desapareció para dar paso al actual GP Circuit, inaugurado en 1984 con una memorable carrera de Mercedes-Benz 190 E donde brilló Ayrton Senna.
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El Nordschleife, verdadero corazón del “Ring”, es una bestia que desafía toda lógica moderna. Sus 170 curvas actuales incluyen el famoso “Karussell”, un giro peraltado en U que se toma a baja velocidad, y sectores como “Flugplatz” (campo de aviación), donde los autos literalmente vuelan. Los desniveles de hasta 300 metros y una pista angosta flanqueada por árboles y guardarraíles hacen que cada vuelta sea una aventura.
El circuito ha sido escenario de momentos históricos y dramáticos. El más recordado es el terrible accidente de Niki Lauda en 1976, que marcó el fin de la Fórmula 1 en el trazado largo. Sin embargo, el “Ring” continúa siendo sede de eventos icónicos como las 24 Horas de Nürburgring, que atraen a más de 250.000 espectadores y transforman el circuito en una ciudad temporal de aficionados.
Entre los sectores más desafiantes del circuito destacan:
- Schwedenkreuz: Una rápida secuencia de curvas con cambios de elevación
- Fuchsröhre: Un descenso vertiginoso que pone a prueba el coraje
- Pflanzgarten: Donde los autos saltan varias veces en secuencia
- Döttinger Höhe: Una recta de 3 kilómetros paralela a la autopista
El calendario actual del circuito incluye eventos como el ADAC 24h-Rennen, el DTM y diversas competencias de resistencia. Además, el circuito es utilizado por fabricantes de automóviles para pruebas de desarrollo, considerándose el récord de vuelta como un importante indicador de rendimiento.
La peligrosidad del trazado se refleja en los requisitos para correrlo: además de la licencia deportiva, los debutantes deben completar un curso especial con autos de al menos 150 caballos. No es para menos: el “Ring” ha sido testigo de innumerables accidentes, algunos fatales, que han contribuido a su legendaria reputación.
A pesar de los años y la evolución del automovilismo, Nürburgring mantiene su esencia salvaje. Es un recordatorio de una época donde los circuitos no se diseñaban en computadoras sino siguiendo el terreno natural, creando desafíos que ponen a prueba tanto la máquina como el espíritu humano.
El “Infierno Verde” sigue siendo, casi 100 años después, el último bastión de un automovilismo puro y sin concesiones, donde la naturaleza y la velocidad se fusionan en un cocktail tan atractivo como peligroso
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